Saturday, April 26, 2014

Slow Dawn


No hay una canción más mágica, que pueda hacerme recordar esos jardines secretos que de niña recorría, y aún ahora, a veces, algo inconscientemente, cuando algún portal, sea cual sea la forma, se muestra tan atractivamente que logra conquistar mi alma, que empieza a danzar con y hacia él, seducida inevitablemente... Entonces estoy ahí, embelesada y ciega, mesmerizada, conjurada y esclavizada en tanto el espasmo de mi alma la suelte, aunque siga viéndose tan libre que yo misma me sienta redimida, en mi todo, también. Podría partirme en pedazos de momento cada vez más pequeños, hasta que el tiempo ya no sea, como en las aporías de Zenón. Hay más de un camino de llegar a la inmovilidad. Y me pregunto si, en la inercia más perpetua, el quid de mi espíritu seguiría danzante...

No comments:

Post a Comment