Monday, April 21, 2014

Silentium

Querían que les prometiera que no lo haría de nuevo. Me lo pidieron. No puedo prometerlo. Hay muchas imágenes abstractas y negras apareciendo y desapareciendo. Qué enigma tan asqueroso. El susto por el modo de mi intento de acabar conmigo... No sé si sea suficiente para asustarme respecto a la muerte misma. No puedo prometer nada. No lo pude prometer. Ambas cosas me aterran. Todo me aterra y me sabe amargo. Y lo único que queda resonando en mi cabeza es que hubiera sido más fácil no ser, no estar, nunca. Y aquí estoy, aceptándolo todo, muerta de miedo, pero viva y terriblemente consciente. Siento que enloquezco. Enloquezco y ya bebí todas mis pastillas medicadas. ¿Cuál es mi senda? No tengo idea. De verdad, enloquezco. Estoy inmóvil, pero en mi mente suceden cientos de actos por segundo. Silencio, no me salpicas nada hoy. No debería siquiera dormir. Odio tener práctica mañana. Odio haberme ofrecido para hacer una investigación corta que nunca pude comenzar. Sí, tengo suficiente intelecto para hacerlo todo en menos de 5 horas, en realidad, y quizá menos, pero siempre me he sabido perder en mis jardines, y ahora no es de un modo tan pacífico. Siento como si algo me llevara involuntariamente a recorrer todos mis lados y secciones de modo demasiado veloz. Acabo de notar que no estaba respirando. Quizá sea eso. Me largo.

No comments:

Post a Comment