Monday, May 19, 2014

Polifidelidad

Habíamos tenido una pequeña conexión. El sujeto es hermoso, de verdad. Hermoso. Una parte de mí quería huir cuando advertí sus concepciones sobre el amor, pero, quizá por la maldición que me ha tocado en el cerebro, la intriga no me dejaba en paz. Hablamos mucho y ahora mi mente tiene un garabato más a los comunes y habituales.

Sí, siempre he sido un poco desquiciada, y siempre me he sentido algo bastante abandonada e incomprendida. Siempre tengo este intenso miedo por atarme a alguien, por llegar a amar como las personas lo hacen. Suelo ver que mis modos se alejan de todo esto y, simplemente, mis procesos cognitivos, en tanto se trate de elementos emocionales o informativos, son abismalmente diferentes al del resto de personas. Por supuesto que esto solo es algo observable desde donde estoy parada en este instante. No puedo saber si las personas, en realidad, no esconden una sensibilidad como la mía, pero no lo creo. No lo creo, de verdad. Entonces, ahí, donde me hallo tan extraña e irreconocible, como si, a pesar de que intentara explicar mis emociones, nadie es capaz de entenderlas (o sus formas), encontré que hay otros como yo. No exactamente como yo. No he hallado todavía a alguien que sienta como yo o piense como yo, y quizá nunca lo haga, pero este sujeto tiene una concepción tan extraña sobre el amor que me quedé algo perpleja y algo fascinada (sobre todo cuando descubrí que su enamorada estaba completamente de acuerdo con que él esté interesado en iniciar una relación amorosa con otra mujer, y ella también quiere formar parte de ese mismo amor). Parecía una locura muy egoísta de parte de un hombre, pero, luego de conversar con ellos, la verdad es que estoy muy confundida. La forma de verlo, para ellos, es amor y más amor y, luego, aun más amor. Mientras más personas, más apoyo y fidelidad. Un grupo cerrado para personas que se aman. Lo más gracioso de todo es que este precioso sujeto es estudiante de psicología. No es que eso le dé crédito, en absoluto, pero todos sus modos iban tanto hacia esa dirección de persona calmada y llena de afecto que no podía evitar reirme frente a él (y bueno, ella). Las cosas se revolvían en mi cerebro y me daba mucha gracia que yo misma pudiese ser tan abierta que me preguntara si realmente podría yo llegar a concebir una relación cerrada y poligámica, fiel. Y ¿cómo sé yo si soy fiel? Ni siquiera he tenido una relación seria de las "comunes". El sujeto me desanimó un poco y me dijo que aún tengo que experimentar antes de saber lo que quiero. Y sí, he sentido atracción hacia mujeres antes, pero no me interesa tener un contacto totalmente sexual ni amoroso con una. A veces, quiero a un hombre. Pero si pudiera tomar las cosas con mucha más ligereza y andar por el mundo sin sentir celos (libertad que estos sujetos proclaman), quizá sería una aventura hermosa. Es una locura. Estoy muy loca. Ellos también lo están. Nadie tiene por qué saberlo, ¿verdad? Lo único malo es que ellos parecen estar llenos de amor y paz. No son hippies, simplemente parecen llenos de alegría y amor. Realmente. Es espeluznante. Irradian demasiada tranquilidad. Pero yo soy todo lo contrario: un terremoto andante, extremadamente lógico, demasiado directo y poco amable. No podría caber en su mundito. No puedo caber en el mundito de nadie. Soy una desgracia, un desastre... Pero fue muy bello. Creo que empiezo a infatuarme (temporalmente, quizá unos días). Reitero que estoy muy loca.

No comments:

Post a Comment